sábado, 13 de agosto de 2011

ANÁLISIS CRÍTICO DE LA PELÍCULA "TERRÍCOLAS"

Muchos de nosotros hemos escuchado del maltrato despiadado a los animales, cómo estos seres son castigados deliberadamente sin tener compasión alguna hacia ellos, pero es una realidad que preferimos ignorar, será porque precisamente su verdugo es el hombre quien al parecer ha olvidado que comparte este mundo con otros seres vivientes; es verdad son criaturas no humanas pero tienen sensaciones como nosotros, son fuertes, inteligentes, trabajadores, capaces de crecimiento y adaptación, como nosotros están sobreviviendo, como nosotros buscan su comodidad y como nosotros expresan sus emociones además nosotros queramos o no dependemos en muchas formas de ellos, obteniendo diversos beneficios.
Lamentablemente que se puede esperar, si el mismo hombre llamado “criatura humana, ser pensante-racional” es capaz de vejar  hasta su propia especie, ejerce el poder del más fuerte sobre los más vulnerables ejemplos claros las noticias que día a día tenemos sobre violaciones hacia mujeres , hacia niños o la explotación del empleador a su empleado, etc.
La película “TERRÍCOLAS”  es un documental que nos muestra un triste y cruel escenario que el hombre mismo ha creado. Contiene una extensa investigación sobre el maltrato de este hacia los animales (en granjas de cachorros y perreras tiendas de animales, granjas industriales, mataderos, negocios de cuero y pieles, eventos deportivos, circos, laboratorios de investigación, entre otros), hacia la naturaleza.
Este Documental que ha ganado un Oscar, aborda el tema del sufrimiento de los animales que  han llegado a servir a la humanidad y hasta hoy son utilizados  como alimento, moda, “mascotas”, entretenimiento e investigación médica y científica. No obstante, al mismo tiempo refleja la completa falta de respeto y valoración del hombre hacia ellos.
Numerosos de estos abusos se pueden evidenciar de diferentes maneras como el  cautiverio de las especies silvestres, las cuales muchas de estas están en grave peligro de extinción, la caza furtiva de animales, la inanición premeditada, estudios científicos con ellos (vivisección), obtener sus pieles, las corridas de toros, las reatas, las ferias, el envenenamiento, disminuir los hábitat naturales a través de la deforestación y contaminación; todo ser humano con buen sentido común consideraría todos estos actos de monstruosos y despreciables.
Sin embargo, la gran mayoría de personas  prefieren continuar siendo ignorantes de una realidad que tal vez les haría sentir culpables; lastimosamente la ignorancia ha prevalecido por tanto tiempo que la gente no quiere saber la verdad.
No obstante, debemos también ser conscientes y plantearnos ¿cómo viviríamos sino no nos valemos de lo recursos del planeta, vivos (criaturas no humanas) e inertes? Por ejemplo las investigaciones con animales, debemos reconocer que gracias a estos estudios se han podido descubrir medicamentos para combatir enfermedades, o para probar algún nuevo método para ayudar a personas con limitaciones. El problema principal es la manera de cómo se consigue, eso es lo que se critica, lo que se pone en tela de juicio.
El hombre de los últimos tiempos ha sido el más sanguinario de toda la historia, no le basta con matar a miles de personas sin remordimiento alguno, sino que hoy comete además actos brutales contra los animales y la propia naturaleza,  originando que el mundo cambie pero obviamente no para bien sino todo lo contrario. Si se ha de seguir a este paso, no parece imposible que la especie humana deba encontrar otro planeta con el que arrasar para sobrevivir.
Entonces, es necesario y urgente hacer una reflexión sobre lo que viene sucediendo. Debemos abrir la mente y nuestros corazones para que entre en ellos la capacidad de meditar ante el sufrimiento espantoso que le ocasionamos a los indefensos animales y después sea la ética y la ley que haga el resto; especialmente en aquellos que construyen sus riquezas sobre cimientos de cadáveres, levantando muros de mentiras para que desde fuera, no se escuchen los lamentos de unas víctimas cuyo sufrimiento llenan sus bolsillos.
Contribuyamos  a que esto no siga ocurriendo, tomemos conciencia de lo injusto y absurdo  de causar daño a nuestro propio entorno pues al hacerlo, estamos atentando contra nosotros mismos.
                                                                                                     
                                                             LIC. LORENA DÍAZ VILLAR
                                                                TRABAJADORA SOCIAL